Leyendas Ecuatorianas (Relatos y Videos)

By | septiembre 4, 2017

Listado de leyendas ecuatorianas cortas para deberes escolares o para leer.

Las leyendas son narraciones de hechos naturales, sobrenaturales o una mezcla de las dos. En nuestra localidad hay varias leyendas que fueron relatadas por nuestros antepasados, algunas de estas causan miedo y otras sorprenden mucho.

En esta publicación hay una recopilación de las leyendas más famosas que en muchos casos son utilizadas como material de estudio en las escuelas.

LEYENDAS ECUATORIANAS

LEYENDA DE LA DAMA TAPADA (Relato)

LEYENDA DE LA CAJA RONCA (Video)

LEYENDA DE MARÍA ANGULA (Video)

LEYENDA DEL CHUZALONGO (Relato)

Se dice que vive en las montañas; allí se encuentran las pisadas es de tamaño de un niño de seis años, con el cabello largo y “sucu”; del ombligo le sale un miembro como un bejuco de “Chuinsa”.

Para que no aviente el aire de mala suerte del chuzalongo se entra a la montaña, se rompe una rama y se marca; así no pasa nada. Cuando esta marcado ya no ataca a nadie, es muy juguetón e inquieto y no hace nada; pero en cambio tiene un “humor malo”, después de un momento da un “aire fuerte” y le deja cadáver a una persona.

Cuentan los antiguos que unas muchachitas que Vivian cuidando el ganado en el cerro se han puesto a jugar con el “chuza” y le encontraron chupándose la sangre de esas niñas. Se han presentado a casa dos suquitos, han salido las chicas, y les han chupado la sangre y matado. Cuando se acercaron a una doncella dicen que solo con el aire fuerte les mata.

LEYENDA DEL GALLO DE LA CATEDRAL (Relato)

Cuando Quito era una ciudad llena de misterios, cuentos existía un hombre de fuerte carácter, le tentaban las apuestas, las peleas de gallos, la buena comida y sobre todo le encantaba la bebida. Este hombre era conocido como don Ramón Ayala y apodado el «buen gallo de barrio».

Dentro de su día tenía la costumbre de visitar la tienda de doña Mariana, por sus deliciosas mistelas, en el tradicional barrio de San Juan.

Dicen que la doña era muy bonita y trataban de impresionarla todos los hombre de alguna manera.

Don Ayala después de sus acostumbradas borracheras, gritaba con voz estruendosa que el era el era el más gallo de barrio y que ninguno lo ningunea a él.

Caminando hacia su casa que se ubicaba a unas pocas cuadras de la Plaza de la Independencia, decide pararse frente a la Catedral y así se enfrenta al gallo de la Catedral, diciendo:»¿Qué gallos de pelea, ni que gallos de iglesia», !Soy el más gallo!, !Ningún gallo me ningunea!, !Ni el gallo de la Catedral!

Se dice que los gritos de don Ramón podía acabar con la paciencia de cualquiera, acercándose al lugar del diario griterío, vuelve don Ramón, ebrio, pero esta vez sintió un golpe de aire, en un primer momento pensó que era su imaginación, pero al no ver al gallo en su lugar habitual le entró un poco de miedo, pero como un buen gallo se paró desafiante. El gallo con un picotazo en la pierna lo tiró en el suelo de la Plaza Grande.

Don Ramón entre el susto y el miedo pidió perdón a la Catedral y a su gallo, pero este le dijo que prometiera que nunca volviera a tomar miselas y él le contestó que ni agua volverá a tomar. Desde ese día, algunas persona que lo conocían, dijeron que nunca volvió a tomar y se volvió una persona seria y responsable. Dicen personas que vivían en la época que esto solo se trataba de una broma hecha por los amigos de don Ramón y el sacristán de la Catedral para cambiar su conducta.

LEYENDA DEL PADRE ALMEIDA (Video)

LEYENDA DE CANTUÑA (Relato)

Hace muchos años, se construía el atrio de la Iglesia de San Francisco, donde trabajaba un indígena llamado Cantuña, responsable de terminar la obra. Pero el tiempo pasaba y el atrio no se concluía. Cantuña fue amenazado con ir a prisión por no cumplir el contrato.Un día, cuando regresaba a su casa, de entre un montón de piedras salió un pequeño hombrecillo vestido todo de rojo, con nariz y barba muy puntiagudas. Con voz muy sonora dijo: Soy Satanás, quiero ayudarte.Yo puedo terminar el atrio de la iglesia antes de que salga el sol. A manera de pago, me entregarías tu alma. ¿Aceptas? Cantuña, que veía imposible terminar la obra, dijo: Acepto, pero no debe faltar ni una sola piedra antes del toque de lAve María o el trato se anula. De acuerdo, respondió Satanás.

Miles de diablos se pusieron a trabajar sin descanso. Cantuña, que miraba muerto de miedo que la obra se terminaba, se sentó en un lugar y se dio cuenta de que ahí faltaba una piedra. Cuando tocó el Ave María, logró salvar su alma. El diablo, muy enojado, desapareció camino al infierno. Cantuña quedó feliz y el atrio de la Iglesia de San Francisco se conserva hasta hoy en la capital del Ecuador.

NOTA: Esta recopilación de leyendas fue tomada de varios sitios en Internet y pertenecen a diferentes autores,  los videos y relatos pueden ser utilizados libremente para tareas escolares.


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